La administración de Trump ha establecido un firme plazo para el 1 de agosto para imponer nuevas y amplias tarifas a docenas de países, incluidos importantes socios como la UE, China y Japón. Los secretarios de Comercio, Howard Lutnick, y del Tesoro, Scott Bessent, han enfatizado repetidamente que no habrá extensiones ni períodos de gracia, marcando un cambio respecto a retrasos anteriores. Estados Unidos exige que la UE y otros socios abran sus mercados a las exportaciones estadounidenses para evitar tarifas de hasta un 30-50%. Aunque se han logrado algunos avances en las negociaciones con Japón y la UE, la administración insiste en que la calidad del acuerdo es más importante que la rapidez. Se espera que las inminentes tarifas tengan un impacto significativo en el comercio global, los precios y el crecimiento económico.
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