Derek Huffman, un padre de Texas, trasladó a su familia a Rusia en busca de 'valores tradicionales' y para escapar de lo que él llamaba 'adoctrinamiento LGBT' en los EE. UU. Poco después de mudarse, Huffman se unió al ejército ruso, supuestamente para ayudar a asegurar la ciudadanía para su familia. A pesar de recibir un entrenamiento mínimo y no tener experiencia previa en combate, fue enviado a la primera línea de la guerra de Rusia en Ucrania, dejando a su familia impactada y temerosa por su seguridad. La propaganda rusa inicialmente celebró la mudanza de la familia, pero la realidad del despliegue de Huffman ha llamado la atención y críticas internacionales. La historia destaca los peligros y consecuencias no deseadas de buscar refugio de problemas culturales al mudarse a regímenes autoritarios.
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